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Consejos prácticos para el uso de los videojuegos en casa
Videojuegos y niños: lo mejor y lo peor que podemos hacer
Con el objetivo de que el empleo de los videojuegos entrañe los mínimos riesgos y pueda resultar una actividad gratificante para todos los miembros de la familia, es bueno tener en cuenta lo siguientes:
Los videojuegos deben ser empleados en un espacio común de la casa donde todos los miembros de la familia puedan acceder.
No es recomendable su empleo en las habitaciones individuales, ya sean consolas portátiles o bien con TV en la habitación, ya que esta es la mejor manera de que se aíslen de su entorno próximo. Asimismo, el uso en las salas comunes facilita la observación de las conductas durante el juego.
Es preciso pautar y pactar el tiempo de juego. No se considera recomendable la utilización diaria a los videojuegos, siendo oportuno reservar su uso para los fines de semana o, en todo caso, limitar su empleo a un máximo de una hora diaria.
El empleo de los videojuegos debe reservarse a determinados momentos en los que no interfiera en la vida familiar. Esta precaución debe aplicarse especialmente con las videoconsolas portátiles; no es extraño ver a niños jugando mientras están comiendo en familia o con amigos o realizando algún otro tipo de tarea familiar, como ir a comprar o a pasear.
A pesar de que algunas clasificaciones puedan indicar que el inicio en el empleo de los videojuegos se pueda dar a partir de los 3 años, según nuestro punto de vista, no se estima recomendable su empleo antes de los 6 años, tanto por aspectos madurativos como de desarrollo.
Participar en el uso, jugar con nuestros hijos es una herramienta fabulosa tanto para reforzar los lazos familiares, como para poder tener un control y conocimiento preciso de estas tecnologías.
Es preciso educarlos en su uso. Resulta importante que sepan a qué videojuegos pueden jugar y a cuáles no y que conozcan los motivos; de este modo en otras situaciones fuera del entorno familiar tendrán la capacidad y el criterio de rechazar juegos inadecuados.
Facilitar alternativas igualmente interesantes: juegos de mesa para toda la familia, deporte en familia o individual, lecturas compartidas, salidas interesantes para toda la familia...
Uso habitual de los programas de filtro y de control parental.
Por Marc Giner Llenas , psicopedagogo de la Talita Fundación Privada
Con el objetivo de que el empleo de los videojuegos entrañe los mínimos riesgos y pueda resultar una actividad gratificante para todos los miembros de la familia, es bueno tener en cuenta lo siguientes:
Los videojuegos deben ser empleados en un espacio común de la casa donde todos los miembros de la familia puedan acceder.
No es recomendable su empleo en las habitaciones individuales, ya sean consolas portátiles o bien con TV en la habitación, ya que esta es la mejor manera de que se aíslen de su entorno próximo. Asimismo, el uso en las salas comunes facilita la observación de las conductas durante el juego.
Es preciso pautar y pactar el tiempo de juego. No se considera recomendable la utilización diaria a los videojuegos, siendo oportuno reservar su uso para los fines de semana o, en todo caso, limitar su empleo a un máximo de una hora diaria.
El empleo de los videojuegos debe reservarse a determinados momentos en los que no interfiera en la vida familiar. Esta precaución debe aplicarse especialmente con las videoconsolas portátiles; no es extraño ver a niños jugando mientras están comiendo en familia o con amigos o realizando algún otro tipo de tarea familiar, como ir a comprar o a pasear.
A pesar de que algunas clasificaciones puedan indicar que el inicio en el empleo de los videojuegos se pueda dar a partir de los 3 años, según nuestro punto de vista, no se estima recomendable su empleo antes de los 6 años, tanto por aspectos madurativos como de desarrollo.
Participar en el uso, jugar con nuestros hijos es una herramienta fabulosa tanto para reforzar los lazos familiares, como para poder tener un control y conocimiento preciso de estas tecnologías.
Es preciso educarlos en su uso. Resulta importante que sepan a qué videojuegos pueden jugar y a cuáles no y que conozcan los motivos; de este modo en otras situaciones fuera del entorno familiar tendrán la capacidad y el criterio de rechazar juegos inadecuados.
Facilitar alternativas igualmente interesantes: juegos de mesa para toda la familia, deporte en familia o individual, lecturas compartidas, salidas interesantes para toda la familia...
Uso habitual de los programas de filtro y de control parental.
Por Marc Giner Llenas , psicopedagogo de la Talita Fundación Privada
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